Jack Dorsey, cofundador de Twitter quiere convertir al iPhone o iPod Touch en un medio de pago mediante tarjeta de crédito. Hablamos de la posibilidad de convertir un dispositivo móvil en un medio que pueda leer tarjetas de crédito en tiendas y restaurantes para pagar cómodamente nuestras compras.
El dispositivo es un pequeño lector de banda magnética que se enchufa al conector de los auriculares del iPhone (o al iPod Touch) y que transmite los datos de la tarjeta de crédito a la aplicación al pasar la tarjeta por su ranura. El empleado o la persona a la que se hace el pago introduce la cantidad a cobrar y el cliente confirma el pago firmando con el dedo e introduciendo el correo electrónico para el envío del recibo. El pago es procesado a cambio de un fijo más un porcentaje de la transacción. El dinero es transferido directamente a la cuenta de la tienda, y el cliente recibe un documento en el que se acredita la transacción y que incluye un pequeño mapa a efectos de recordatorio y archivo. El recibo que le llega al cliente incluye un mapa con la localización en la cual se ha llevado a cabo el pago, para que lo sepa si llega algún momento en el que se olvida de ello.
El lector, de diseño minimalista y conocido como square, podría ser regalado a los clientes que abran una cuenta – su coste de fabricación se ha estimado en unos cuarenta centavos – y permitiría a cualquier persona con un iPhone recibir pagos mediante tarjeta de crédito, algo para lo que ahora es necesario un terminal dedicado. Después de todo, un iPhone no deja de ser un ordenador: utilizarlo para procesar datos de tarjetas de crédito o para introducir una firma parece una idea sencilla e interesante.
El dispositivo es un pequeño lector de banda magnética que se enchufa al conector de los auriculares del iPhone (o al iPod Touch) y que transmite los datos de la tarjeta de crédito a la aplicación al pasar la tarjeta por su ranura. El empleado o la persona a la que se hace el pago introduce la cantidad a cobrar y el cliente confirma el pago firmando con el dedo e introduciendo el correo electrónico para el envío del recibo. El pago es procesado a cambio de un fijo más un porcentaje de la transacción. El dinero es transferido directamente a la cuenta de la tienda, y el cliente recibe un documento en el que se acredita la transacción y que incluye un pequeño mapa a efectos de recordatorio y archivo. El recibo que le llega al cliente incluye un mapa con la localización en la cual se ha llevado a cabo el pago, para que lo sepa si llega algún momento en el que se olvida de ello.
El lector, de diseño minimalista y conocido como square, podría ser regalado a los clientes que abran una cuenta – su coste de fabricación se ha estimado en unos cuarenta centavos – y permitiría a cualquier persona con un iPhone recibir pagos mediante tarjeta de crédito, algo para lo que ahora es necesario un terminal dedicado. Después de todo, un iPhone no deja de ser un ordenador: utilizarlo para procesar datos de tarjetas de crédito o para introducir una firma parece una idea sencilla e interesante.
La idea no intenta sustituir a la tarjeta de crédito, sino ofrecer un sistema de lectura de la misma sencillo y atractivo. El cliente seguiría llevando su tarjeta consigo, pero la pasaría por el lector del iPhone en lugar de por la típica bacaladera o por la caja registradora del vendedor.
Yo creo que la gran oportunidad de este invento está en dotar de flexibilidad a los posibles cobradores con un terminal móvil y de poco coste...
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